lunes, 8 de octubre de 2012


           PRIMERA NOCHE FLAMENCA DEL ÚLTIMO
                   TRIMESTRE  DE 2012
                            5 de octubre 2012



           HOMENAJE A NUESTRO QUERIDO COMPAÑERO CARLOS GARCÍA
                          DESAPARECIDO RECIENTEMENTE




                                    Fotos:   Antonio Bella Barroso


En primer lugar, el Presidente de nuestra Peña, Francisco Catalán, leyó este texto en memoria de nuestro querido y recordado compañero:



 

El nombre de Carlos García, junto a otros como Pedro Ceballos, Bartolo Marín o Caroles ya forma parte de la historia de oro de esta peña.Cada uno supo ocupar su puesto, y el de Carlos nunca fue como la bengala que arde en mil colores apagándose rápidamente, no,  el fue como esos leños que arden lentamente en la hoguera proporcionándonos calor durante mucho tiempo.
 
Siempre discreto, le vimos ocupado en las tareas más silenciosas e ingratas, a la vez que imprescindibles para la peña, ya sea en la compras  de bebidas y aperitivos para el bar del local antiguo, en la puerta dirigiendo a los amigos que nos acompañan esporádicamente,  o recaudando las aportaciones de estos. Atendiendo nuestra página de Internet o preocupándose por los programas, etc.

Igualmente quiero destacar su  autoridad moral en todos los ámbitos, incluso para eso tan difícil como solicitar aportaciones económicas extraordinarias  a los socios cuando la situación económica no estaba a la altura de la representación artística de la peña. Los más antiguos lo recordareis.

En una noche como esta no puedo olvidar, una vez más, que cuando nuestras dificultades llevaron a la peña al borde del cierre y se decidió aguantar “un poco más”, manteniendo la peña abierta, aunque sin actuaciones remuneradas, nos reuníamos entorno a una conversación, en el mes de diciembre, con pocas luces, menos calefacción, los refrescos que cada uno traía en su gabardina del bar de Miguel y la compañía de algún cantaor con su inseparable compañera Mercedes, siempre lo recuerdo cuando presentó a Pepe Caballero.

En esas noches pudimos faltar cualquiera, pero Carlos no faltó ni una sola noche. Eso, amigos, señala el amor que sentía por la Peña Duende, que salió del bache y de la que hoy nos sentimos orgullosos.
 
Para preparar  este breve homenaje he sondeado a los amigos que le conocieron de cerca, Molina, Monico, y todos ellos me dicen lo mismo, Carlos fue un hombre recto, honesto y amigo de sus amigos, esto en los tiempos que corren es un valor admirable.

Además, debo decir que fue un hombre comprometido en sus ideas políticas y sociales. Me relataba Ángel García Marinas, que hoy, a su pesar, por coincidencias de agenda con la de la ONG en la que trabaja, no puede estar en este acto, que en estos días le recuerda especialmente, pues para él constituyó un soporte importante  en sus labores de colaboración con los países en desarrollo del sur. (África).
 
Quiero resaltar que entre los amigos y peñistas tenemos  la compañía  de la familia de nuestro amigo Carlos, Seguro que vuestra presencia hoy aquí le hubiera emocionado como nos emociona a nosotros, muchas, muchísimas gracias.
 
Yo hoy a  Carlos le quiero imaginar en nuestro cielo, en el de los agnósticos, en una tertulia con Pedro Ceballos, con Caroles y con Bartolo, con Manuel torre y El Che, con Fernanda y La Pasionaria, con Camarón y con Chaquetón.    
                                                            
Como no podía ser de otra manera hemos querido que, igual que su nombre, su imagen perdure entre nosotros,  y desde hoy  esta foto, tomada en una de esas noches de peña, en el local antiguo, donde su expresión ofrece por si misma el estado de ánimo de Carlos en las veladas de actuación, esta foto, decía,  nos acompañará para siempre en la peña Duende.

Antes de finalizar el acto invito a quien desee a dirigir unas palabras.

Por último, yo no voy a pedir un minuto de silencio, lo que os voy a pedir es una ovación de gala para nuestro compañero y amigo Carlos.
 
      Paco Catalán




Acto seguido, Antonia Malpica, recitó y dedicó el poema " Elegía a Ramón Sijé" de Miguel Hernández, a la memoria de Carlos:


ELEGIA A RAMÓN SIJÉ
.
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha
muerto como del rayo Ramón Sijé, a quien
tanto quería.)
.
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
.
Alimentando lluvias, caracolas
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
.
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta
.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte
.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
.
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
.
(1 0 de enero de 1936)

 

1 comentario:

  1. Debo decir que la actuación de Antonia Malpica al recitar el poema de Miguel Hernandez en homenaje a nuestro compañero Carlos fue magnifica, pude ver los ojos vidriosos de algunos asistentes, eso solo se consigue si se pone un gran empeño en la labor y Antonia se lo preparó y ofreció un gran espectaculo.
    Creo que la peña y los amigos de Carlos estamos en deuda con nuestra amiga.
    Paco Catalán

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