RESEÑA DE ACTUACIÓN DE FERNANDO SANCHO

 

                                                Foto:  Antonio Bella Barroso

                                              Viernes 23 de marzo de 2012  

                                             

Un poco con la nostalgia de no poder disfrutar del maestro gaditano Yeyé de Cádiz, al cual le deseamos todos los aficionados una pronta recuperación, así como por la falta del también excelente guitarrista José María Molero discípulo de la escuela de Rafael el Águila pero con un sonido mucho más dulcificado que otras guitarras jerezanas, dábamos la bienvenida, y nunca mejor dicho, al cantaor extremeño Fernando Sancho, que iba a ser acompañado por la sonanta de nuestro guitarrista oficial Pepe Núñez, siempre fiel subalterno pero no por ello menos importante.

Comenzaria el cantaor pacense con unas soleares de claro sello trianero, las cuales fueron acompañadas de una forma excelente por Pepe Núñez, que como muchos de vosotros sabréis, las tiene grabadas el gran maestro Antonio Mairena.

Continuaría el de Bienvenida templándose con un cante del Mellizo, que a mí personalmente me parece la malagueña de más belleza por su musicalidad y dificultad de ejecución, poniendo el broche a este cante con la malagueña de Juan Breva, en tono de abandolao.

Para el cante de tientos, el cantaor extremeño escogería un poema de Bécquer,el cual esta recogido en un disco grabado años atrás  por el cantaor sevillano Calixto Sánchez, en el que se encuentran varios poetas andaluces.

Concluiría la primera parte,con un cante por fandangos de Huelva al estilo del Alosno, cuna del mítico cantaor onubense ya desaparecido, Paco Toronjo, al cual nos recordó en algunos de sus pasajes.

Con unas bulerías empezaría la segunda parte, cuyo cante se vería engrandecido por las cuerdas flamenquísimas de nuestro guitarrista oficial. Una vez más, gracias Pepe, gracias por tu entrega ante cualquier cantaor.

 Cantes de levante para continuar, dos cantes por taranto y una cartagenera grande; de nuevo  la guitarra de Pepe coge el protagonismo y nos enseña su destreza de la prima hasta el bordón.

Vuelve el cantaor a rescatar otro poema; ahora es de Antonio Machado, ejecutado en un cante de milonga con versos que el poeta dedicó a la muerte de su esposa Leonor.

Con un ramillete de fandangos personales, algunos de ellos con marcada línea

marchenera, pondría final a una actuación sin nada relevante que destacar.

Luis Martín